Como escenario un club privado en el centro de Madrid y como mobiliario líneas depuradas y limpias: taburetes y mesas altas de estilo nórdico combinadas con tres rincones de puf y mesas bajas.
La iluminación de esferas retroiluminadas de varios tamaños y guirnaldas en los árboles eran el complemento final a todo el conjunto que resultó precioso.